Cada uno tiene su historia

En el 2015, me planteé empezar a correr en serio para estar más en forma. Aunque de vez en cuando corría, no era para nada constante, solía salir una o dos semanas y luego estar parado bastante tiempo.

En el verano de 2015, dije que esto tenía que cambiar, y que tenía que empezar a correr y ser más constante. Al principio, fue correr por adelgazar un poco, pero luego empezó a picar el gusanillo y empece a ver que la gente se lo pasaba muy bien en las carreras y decidí probar.

Mi reto empezó en noviembre, había empezado ya a sumar kilómetros, ya era capaz de correr unos 5 o 6 a un ritmo tranquilo. Me propuse hacerme el cross ciudad de Ávila, que se realiza en febrero, y que tiene 8,5 kilómetros.


Como estaban por medio las navidades, y aquí en Ávila suele haber bastantes carreras esa época, decidí probar en una carrera más cómoda antes. La carrera del pavo, se celebra como es tradicional aquí el día 31 de diciembre, suele ir bastante gente a correr y el ambiente es bastante festivo (disfraces, gorros, adornos de navidad...) por lo que para una toma de contacto estaba bastante bién.

Las sensaciones fueron bastante buenas, aunque eran algo más de 6 km conseguí el objetivo, que estaba en bajar de 33 minutos, lo que me llevó a motivarme aún más para el cross.

Todo estaba bien, hasta que por la tarde después de la carrera, empezaron las molestias en la espalda.
Suele dolerme la espalda cuando estoy unos días parado, mucho tiempo sentado o no salgo a hacer deporte. Era raro, por que era diferente a otras veces el dolor era mucho mayor.

Dejé un par de días de descanso, la carrera era el día 10 y no podía dejar mucho más. Aunque esa semana intenté hacer unos kilómetros para ver sensaciones fue imposible, con el frío dolía mucho más, y aquí en Ávila el frío en esa época es muy habitual.

No conseguí sumar kilómetros prácticamente en esos días, solamente conseguí correr 4 kilómetros seguidos el día de antes. El día 10 iba con la sensación de correr lo que pudiera, sobre todo intentar acabar, pero lo más importante, no hacerme más daño.

Decidí correr por que ya la tenía preparada antes, la verdad, el ritmo fue unos 15-20 segundos por kilómetro peor de lo que pensaba. Durante la carrera, no tenía molestias en la espalda, había calentado bien, y salí lento, no era el día para forzar.

La verdad con las carreras me fui enganchando, el ambiente es muy distinto al de otros deportes, y al ser un deporte individual, los errores o aciertos en carrera, son solo cosa tuya.

Aunque quedes último en una carrera, quizás para tí ha sido un carrerón, cumpliste tu objetivo, bajaste unos segundos de lo que tenías pensado, o simplemente, te superaste en una distancia que pensabas que nunca podrías.

Ahora la verdad que tengo más resistencia que en ese momento, también corro más rápido, pero sobre todo y lo más importante, tengo muchos más retos e ilusiones en mente para cumplir. Lo más importante al menos para mi a nivel popular, es competir contra ti mismo, nadie conoce mejor tus límites que tú.

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