Después de dos años corriendo, he tenido diferentes retos, diferentes distancias y diferentes superficies. Siempre me ha llamado la atención una carrera en particular, la "Media Maratón Ávila Monumental"
Por fin, después de de darle muchas vueltas, decidí correr la quinta edición celebrada este domingo. Soy abulense, por lo que conozco el terreno y sabía que era un recorrido complicado, con muchas cuestas, y diferentes superficies (asfalto, adoquines, piedra...)
La idea principal era intentar terminar, aunque en la mente estaba bajar de dos horas. Como era mi primera media maratón, tenía bastante miedo, ya que normalmente me cuesta regular fuerzas y suelo salir muy rápido y acabar bastante más despacio.
Decidí dividir la carrera en tres partes de 7 kilómetros, para que así mentalmente fuera más corta, ya que en una carrera así es importante la mente.
Sabía que los primeros kilómetros, eran favorables para salir rápido por lo que la idea era controlar la velocidad, pero también aprovechar que el terreno era favorable para arañar unos segundos. La primera parte, la idea era bajar esos 7 kilómetros de 40 minutos, ya que sabía que los 7 km siguientes iban a ser complicados, con el primer paso por meta y diferentes cuestas hasta llegar al centro.
En esa segunda parte era importante dosificar, ya que además de ser una carrera larga, tiene cambios de ritmo y cuestas, y en esta parte están la mayoría de complicaciones.
La tercera parte, dependía mucho de cómo hubieran salido las otras dos, pero sobre todo en torno al kilómetro 18 en el paso por el grande, era donde estaba marcado el objetivo. A partir de ese kilómetro, cambia la superficie, ya todo el terreno es de piedra y adoquines por lo que si llegas justo de fuerzas puedes sufrir muchísimo. Después de regular esos 3 últimos kilómetros se hicieron más fáciles sobre todo llegar al último kilómetro donde todo es bajada.
Decidí dividir la carrera en tres partes de 7 kilómetros, para que así mentalmente fuera más corta, ya que en una carrera así es importante la mente.
Sabía que los primeros kilómetros, eran favorables para salir rápido por lo que la idea era controlar la velocidad, pero también aprovechar que el terreno era favorable para arañar unos segundos. La primera parte, la idea era bajar esos 7 kilómetros de 40 minutos, ya que sabía que los 7 km siguientes iban a ser complicados, con el primer paso por meta y diferentes cuestas hasta llegar al centro.
En esa segunda parte era importante dosificar, ya que además de ser una carrera larga, tiene cambios de ritmo y cuestas, y en esta parte están la mayoría de complicaciones.
La tercera parte, dependía mucho de cómo hubieran salido las otras dos, pero sobre todo en torno al kilómetro 18 en el paso por el grande, era donde estaba marcado el objetivo. A partir de ese kilómetro, cambia la superficie, ya todo el terreno es de piedra y adoquines por lo que si llegas justo de fuerzas puedes sufrir muchísimo. Después de regular esos 3 últimos kilómetros se hicieron más fáciles sobre todo llegar al último kilómetro donde todo es bajada.
Fue una buena experiencia, y estoy seguro que repetiré, una distancia bonita, muy diferente a otras como el 10k, y muy recomendable.
Si os gusta correr os recomiendo la media abulense, ya que conoces Ávila a la vez que disfrutas de la carrera.
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